Pensábamos que sólo veríamos la forma en que una horrenda pero inofensiva muñeca de porcelana terminó poseída por el espíritu maligno denominado El carnero, hasta que la hermana Charlotte (la mexicana Stephanie Sigman) le muestra a Mullins una fotografía en la que aparece ella a lado de otras tres monjas: Maria, Anna y Lucía, en un convento en Rumania. Al fondo, semioculta entre las sombras hay otra figura… la misma monja que vimos en El conjuro 2, que como ya sabemos, es en realidad el demonio Valak.