Hoy llegó a Netlfix La casa de las flores, un proyecto que marca el regreso de Verónica Castro y la primera serie de Manolo Caro (Guadalajara, 1985), un cineasta que ha dado varios saltos en su carrera: de ser una presencia frecuente en el teatro pasó a ser personaje recurrente del cine. Ahora, abandona las dos plataformas que le dieron un éxito tremendo y decide incursionar en el formato de las series por streaming.
La casa de las flores es, básicamente, una telenovela bien hecha y no entendamos el concepto “novela” como algo inferior en cuanto a calidad, al contrario, Manolo logra mantener todos los aspectos que han hecho único a su trabajo, provocando que su proyecto sea el ejemplo de la evolución que debieron haber tenido las telenovelas para sobrevivir en televisión abierta.
En el primer capítulo de la serie nos presentan a los integrantes de la familia De la Mora, encabezada por la matriarca, Virgina de la Mora (Verónica Castro). A primera vista, es una familia, no solo normal, sino perfecta. La realidad es totalmente diferente, cada uno de ellos esconde secretos que, de salir a la luz, podrían terminar con el status que con tanto trabajo han adquirido.
Para no spoilear demasiado, el banderazo de la serie incluye un poco de racismo, reencuentros familiares, una gran fiesta de cumpleaños, una amante incomprendida, una "casa chica"...y un suicidio. Con esos elementos La casa de las flores ¡vaya que podría ser un dramón! y, sin embargo, no lo es. Ahí radica el éxito de la teleserie: Manolo Caro no nos abruma con lágrimas y diálogos sobrecargados, aburridos y llenos de clichés, sino con risas y secuencias con mucho humor negro. Dicha producción se siente como algo nuevo y sin tapujos que bien podría ser todo un éxito hasta en televisión abierta por dos razones.
Primera razón: como ya lo ha hecho antes, Caro, saca a relucir lo más profundo de sus personajes en cuestión, logrando así que el espectador se identifique con las peripecias y problemas que está viendo (más de un cuarentón que conozco me ha dicho que sigue obsesionado con La vida inmoral de la pareja ideal) y puede que este efecto se dé gracias a que Manolo siempre toma como referencia algo que ha vivido, por lo tanto, a la hora de plasmarlo en su trabajo lo hace con tanta naturalidad que le es fácil convencer al espectador. En La casa de las flores no es diferente: él mismo ha declarado que parte de sus experiencias están, aunque muy escondidas, en la serie.
Segunda – y muy importante – razón: el elenco. Además de Verónica Castro – que se luce desde el primer capítulo con un guiño a Marilyn Monroe – se encuentran en el cast Aislinn Derbez, Darío Yazbek Bernal, Arturo Ríos, Juan Pablo Medina y el español, Paco León. Sin embargo, con tan solo ver los primeros minutos sabemos que la serie se la llevarán Cecilia Suárez y Castro, cuyos personajes son los dos pilares de La casa de las flores.
Al terminar el primer episodio te habrás reído tanto – de cosas que probablemente no debías haberte reído (gracias, Manolo Caro) – que harás maratón. Así que, la próxima vez que te pregunten si ya viste “la nueva novela de Manolo Caro”, no mientas para quedar bien y di que sí. A final de cuentas, La casa de las flores, intenta combatir con la doble moral, las mentiras y la obsesión de ser perfectos ante los demás aunque debamos mentir, incluso, sobre quiénes somos.