La creación de una nueva categoría en los Oscar para premiar a las ‘películas populares’ ha generado polémica en vez de causar sensación. Un grito desesperado por atraer más público televidente a la ceremonia de entrega después del bajo rating obtenido este año, el peor en una década, y que más allá de ser inclusivo como pretenden, se han metido en un callejón sin aparente salida, al establecer una sección tan ambigua que no hay forma clara de elegir a los nominados.
Los detalles de los requerimientos para poder contender al premio se darán a conocer tiempo después, pero nos pone a pensar en la métrica a ocuparse. Una de ellas es sencilla y elusiva a la vez. Los grandes estudios podrían elegir a una de sus películas para participar por el premio, lo que dejaría prácticamente fuera a La Academia de la elección, seleccionar al ganador sería lo único que decidiría el jurado, aunque cómo lo calificarían ¿por la credibilidad de la historia, la parte emotiva? Es una incógnita de momento.
Otra de las posibilidades es utilizar la calificación que le dan las personas a las películas en los sitios que ya todos conocemos, o inclusive La Academia puede pensar en crear un pequeño sitio en donde la gente pueda ponerles un número a sus cintas favoritas y de esa forma elegir al ganador, aunque tendría que mantener oculto el promedio de cada producción ya que si no lo hace sería fácil saber quién se lleva la categoría antes de la premiación y mucha gente omitiría ver la ceremonia.
Aunque parece más elitista, también podría escoger a los nominados mediante el presupuesto empleado para la producción. En los últimos años cada vez hay cantidades más grandes que llegan hasta los 300 millones de dólares, lo malo nuevamente es que sería previsible el ganador. Tampoco se puede descartar el éxito de taquilla, dependiendo de qué tanto acumule estando en cartelera se elegirían a las competidoras, pero otra vez esta el mismo problema de la obviedad.
Más que dar la bienvenida a cintas del gusto de la gente y con ello querer atraer a mucha audiencia, La Academia podría estar a un paso de la equivocación sino desarrollan una forma eficiente y justa para la categoría, además de estarse contradiciendo con la categoría a Mejor película, ya que supondría ser una cinta espectacular, pero con la nueva sección parece alejare más de ese concepto.