Creo que no me equivoco en asegurar que todo el mundo sintió una enorme tristeza el 11 de agosto de 2014 cuando nos despertamos con la noticia de que Robin Williams se había suicidado. El actor saltó a la fama con Mork and Mindy, y el director, Garry Marshall, siempre dijo que lo había contratado porque fue el único extraterreste que se había presentado a la audición.
Y aparentemente, así se sintió siempre Williams, como alguien de otro planeta que nada más no encuentra su lugar en la Tierra. Así nos lo muestra la directora Marina Zenovich en Come Inside my Mind, un documental honesto e íntimo de HBO sobre el que fuera un genio de la improvisación y la comedia.
Realizado con imágenes de archivo, viejas grabaciones de audio y entrevistas con la gente más cercana a Williams, Come Inside my Mind es un rompecabezas cuyas piezas encanjan para contarnos la vida, la personalidad, los demonios internos de un hombre que nunca dio pistas de tener tantos. Y lo más importante (e impactante) de esta cinta, es que gran parte de lo que muestra el documental, está narrado por el propio Williams, lo que brinda una experiencia que es tan nostálgica como extraña, porque es como si él mismo estuviera confesándonos las razones que lo llevaron a quitarse la vida.
En Come Inside my Mind, Williams desnuda el alma, confiesa su adicción a las drogas, que dejó cuando murió Belushi, y más tarde en su vida se declara alcohólico. Como parte de una de las generaciones más talentosas de comediantes, Steve Martin, Billy Crystal, Whoopi Goldberg, David Letterman y Jay Leno, entre otros, hablan de cómo era capáz de hacer un stand-up de tres horas en el que tres cuartas partes eran improvisadas, de cómo siempre encontraba la escencia que impulsaba al personaje y de cómo su mente era más rápida de Superman.
Come Inside my Mind es un retrato emocional, entrañable, conmovedor y nostáligico de uno de los actores más importantes de los últimos tiempos. Realmente es imperdible. Se estrena hoy por HBO a las 22:00 hs.