Los vicios y excesos suelen terminar con las prometedoras carreras de muchos músicos, más si son estrellas de rock y vocalistas. Así le pasó a Ian Curtis, el líder de la banda Joy Division quien a los 23 años se suicidó, poniéndole fin a su trayectoria. En esta película dirigida por el fotógrafo oficial de la agrupación, damos un vistazo a lo que ocurrió con el cantante, quien es interpretado por Sam Riley. Inclusive la película estuvo nominada a un BAFTA a Mejor actriz de reparto para Samantha Morton.
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