La Varita de saúco estaba en posesión de Gregorovitch, un famoso fabricante de varitas que buscaba replicar los poderes de la reliquia. Grindelwald lo sorprende un día, metiéndose por la ventana para inmovilizarlo y arrebatarle la varita. A partir de ese momento inicia una sangrienta masacre por toda Europa, en contra de sus enemigos, que duró décadas.
Una de sus muchas víctimas mortales fue el abuelo de Victor Krum, pero a otros los encerró en la fortaleza de Nurmengard. El terror que desata es tal, que en Animales fantásticos y dónde encontrarlos, a los magos norteamericanos les preocupa que la campaña de Grindelwald por acabar con el Estatuto Internacional del Secreto Mágico pueda desencadenar una guerra.