Una de las cosas que más deseaba el joven Albus era marcharse de Godric´s Hollow con Grindelwald para conseguir adeptos para su conspiración. Pero Aberforth, su hermano menor, se molestó mucho cuando se enteró, porque Albus era el tutor de su hermana Ariana, tras la muerte de sus padres, y consideraba que su deber era quedarse con ellos.
Según lo que Abeforth le cuenta a Harry, Ron y Hermoine en Las reliquias de la muerte, Grindelwald no estaba de acuerdo, le dijo que era un niño estúpido que no tenía derecho a interponerse entre él y su brillante hermano, y que si no entendía que una vez que los magos dominaran a los muggles podrían dejar de esconder a Ariana... y ambos desenfundaron sus varitas...