Bueno, cualquiera puede acordarse de eso. Voldemort se aparece en la celda de Grindelwald y le exige que le revele en dónde está la Varita de saúco. Lo interesante aquí es el retrato tan diferente que se hace de Grindelwald en la película y en el libro. Mientras que en la novela Rowling lo describe disminuido, con los ojos hundidos, los pómulos salidos y muy pocos dientes, en la primera parte de Las reliquias de la muerte no se ve tan desmejorado. En la película, Grindelwald le revela con relativa facilidad a Voldemort que la Varita de saúco esta enterrada con Dumbledore, pero en la novela el viejo señor oscuro simplemente le sonrié desdentada y burlonamente a su ursurpador mientras espera a que termine de pronuciar la maldición imperdonable.
Desde su obsesión temprana por las artes obscuras y las Reliquias de la muerte, hasta su paralelismo con Hitler...