Este personaje tiene muchos simbolismos que podrían funcionar en una película, ya que después de haber vivido una experiencia atípica mientras se encontraba moribundo cerca de una excavación arqueológica en Egipto, se convirtió en el portador del Dios Khonshu, dotándolo de poderes. Tras cobrar venganza de quien lo dejó convaleciente regresó a Estados Unidos para combatir el mal.
Sus poderes dependen de la fase lunar en curso, además de poseer habilidades de combate cuerpo a cuerpo, uso de armas y tener un físico atlético. Parece la opción ideal para un superhéroe con problemas mentales y una buena dosis de misticismo, además de que el traje plateado luciría bastante bien.