¿A quién no le han llamado Grinch alguna vez por hacerle cara de fuchi a algún festejo? Sin duda este personaje peludo y verde es una de las creaciones más populares de Dr. Seuss, por ello no podía faltar su adaptación a la pantalla grande. En el 2000 vimos a Jim Carrey ponerse en los zapatos de este personaje, pero esta vez la computadora será la encargada de darle forma al gruñón con su versión animada.
La historia no cambia en esencia de la que todos ya conocemos: el Grinch intenta robarles la Navidad a sus vecinos: los Quién, que cada año hacen un festejo más grande, luminoso y ruidoso que le molesta al villano. Viviendo en una solitaria cueva en la Montaña Crumpet acompañado únicamente de su perro, Max, el Grinch planea su gran golpe ayudado de un sinfín de artefactos y gadgets que él mismo diseñó.
Una de las razones que lo motivan a ser el aguafiestas decembrino es un trauma que tuvo de chiquito, como lo vimos en el avance anterior, cosa que lo marcó por el resto de su vida, al menos hasta que llegó la pequeña Cindy-Lou, quien lo hace cambiar de parecer por su alegre, cariñosa y peculiar forma de ser. Hasta un gruñón detestable puede ser distinto con una dosis adecuada de amor.
El mismo estudio detrás de los Minios y las películas de Mi villano favorito: Illumination Entertainment, es el encargado de producir la cinta, por lo que podemos estar seguros de personajes bien diseñados y animaciones sobresalientes. No esperamos menos de un estudio que ha amasado una fortuna superior a los cinco mil millones de dólares en todo el mundo con solamente ocho películas estrenadas.
De momento sólo Benedict Cumberbatch es el único confirmado como parte del elenco que dará voz a los personajes, él se encarga de interpretar al Grinch; en español el doblaje del protagonista será trabajo de Eugenio Derbez. La animación llegará a cartelera el próximo 9 de noviembre, y aunque aún es muy temprano para una historia navideña en esa fecha, la empatía que sentimos por la historia nos hará ir a los cines sin dudarlo.