Antes de El padrino, Marlon Brando interpretó el legendario rol de Stanley Kowalski en la cinta de 1951, basada en el clásico de Tenesee Williams: Un tranvía llamado deseo. La actuación de Brando creó uno de los personajes más icónicos del cine y le valió una nominación al Óscar; no odió tanto su actuación como a Kowalski:
Tenía una agresividad brutal que odio... detesto a ese personaje.
Dicen, que esto se debía a que Brando tuvo una infancia muy difícil y carente de cariño, y la violencia de Kowalski le recordaba a los adultos que lo habían rodeado en su niñez.