Nunca es tarde para nada. El chiste es querer hacer algo con tantas ganas que los impedimentos pasan a segundo plano y la determinación por alcanzar un objetivo se vuelve casi una obsesión. A estos adultos les regresaron las ganas de estar en la universidad por diferentes motivos, ya sea para divertirse, estudiar o perseguir un sueño de toda la vida.
¿Quién dice que la universidad se hizo sólo para los adolescentes? Sin duda estas personas le dan un nuevo significado a la vida estudiantil y más allá de aprender algo nuevo, muchas veces sin querer les enseñan cosas a quienes los rodean. Como dice el dicho: “más sabe el diablo por viejo que por diablo”.