Quizá la muerte más icónica de toda la saga jurásica fue cuando Gennaro (Martin Ferrero) está en el baño mientras afuera está un Tiranosaurio Rex aterrorizando a todos. Repentinamente aparece el dinosaurio para destrozar el pequeño cuarto, dejar al descubierto al hombre que estaba sentado en el inodoro (que mejor lugar para evitar ensuciarse los pantalones por el miedo) y segundos después el reptil de gran tamaño abre su boca y agita de un lado al otro al pobre hombre para acabar con su vida.
Porque la justicia también la hacen los dinosaurios sin querer queriendo.