En 2017, la actriz autraliana Katherine Langford, se convirtió repentinamente en toda una estrella de la televisión al protagonizar la serie original de Netflix: 13 Reasons Why, donde dio vida al controversial personaje protagónico de Hannah Baker, una adolescente que tras sufrir acoso escolar, decidió suicidarse con navajas de afeitar y dejar 13 grabaciones señalando a los responsables de quitarse la vida. Hannah Baker, fue el personaje que dio a Katherine Langford su primer protagónico en una gran producción, así como la posibilidad de tener una nominación al Globo de Oro como Mejor actriz dramática en 2018; sin embargo, diez días después del estreno de la segunda temporada de su muy comentada serie, Langford publicó en redes sociales una despedida de su personaje que parece definitiva...
Decir "Hannah. Te quiero... y te dejaré ir", nos parece una muy sabia decisión por los siguientes motivos:
1.- Hannah Baker perdió credibilidad cuando la convirtieron en un fantasma.
Fue una decisión creativa para poder incluirla en la segunda temporada, pero el hecho de que el friend-zoneado Clay Jensen (Dylan Minnette), fuera el único que podía verla e incluso hablara con ella, resultó desconcertante y patético. Recordemos que en la primera temporada, la conocimos gracias a flashbacks de cuando aún vivía.
2.- Fueron tantos los inventos sobre ella durante el juicio, que se convirtió en un personaje molesto.
Sus padres demandaron a la escuela. Cada que alguien era llamado a declarar en la corte, veíamos a una Hannah cada vez más ajena a la de la primera temporada (quien era inteligente, sarcástica y parecía no estar interesada en ser frívola ni popular). Esta nueva Hannah hasta hacía sexting...
3.- Se pusieron al servicio de los fans, pero se siente algo forzado.
La popularidad de 13 Reasons Why creció por lo controversial de sus escenas gráficas de suicidio y violación. Sin embargo, la serie adoptó un estandarte de ayuda a los televidentes y quiso abarcar demasiadas problemáticas además de las de Hannah, por ello, el final de la segunda temporada deja abierta la puerta para abordar los tiroteos en escuelas en una posible tercera entrega.
4.- De no dejar el personaje, la actriz correría el riesgo de ser encasillada.
Las película más popular que Langford hizo tras el éxito de su serie, fue Yo soy Simón. Ahí, la contrataron para desempeñar el personaje de Leah, la mejor amiga de un adolescente buleado por salir del clóset.
Por esto y más, para nosotros... este no es el final, sino un nuevo comienzo para la actriz y la felicitamos por tan atinada decisión.