Mientras que actores como Kevin Spacey fueron cortados de tajo de la industria fílmica tras las alegaciones de acoso y abuso sexual en su contra, otros, como James Franco o Casey Affleck, no han sufrido grandes repercusiones. El mismo caso aplica para Woody Allen. Aunque escandalizó a todo el mundo cuando en 1997 se casó con su hijastra Soon-Yi Previn, una de los tres hijos adoptivos de Mia Farrow y André Previn, 11 años después la pareja sigue feliz y como si nada, algo que difícilmente se puede decir de Farrow.
En 1992 la actriz acusó a Woody Allen de haber abusado sexualmente de Dylan Farrow, hija adoptiva de ambos. Sin embargo, el caso se desechó después de que un médico especialista declarara que la historia era un invento de Dylan por haber vivido en un hogar hostil o que la idea había sido plantada por Mia Farrow. Pero en 2014, Dylan publicó una carta denunciando de nueva cuenta el abuso, lo que ocasionó que recientemente muchas estrellas de A Rainy Day in New York, como Timothée Chalamet, declararan su repudio al director e incluso donaran su salario a movimientos como MeToo.
Sin embargo, ya nos parecía raro que a pesar de la presión de la opinión pública y de los medios, la acusación no prosperara. Hoy, Moses Farrow, otro de los hijos adoptados de la expareja, publicó un ensayo en su blog, en el que asegura que la que abusaba psicológicamente de ellos y les lavaba el cerebro era Mia Farrow.
Moses asegura que la actriz los golpeaba y humillaba cada vez que no hacían o decían las cosas tal como ella esperaba y que incluso los hacía ensayar y repetir cómo debía ser la respuesta correcta. También afirmó que las acusaciones de Mia y Dylan en cuanto a que el director abusaba de ella en el ático mientras jugaba con un tren eléctrico, son ridículas, ya que el ático era un lugar al que no se podía entrar más que a gatas y lo más importante: ¡nunca tuvieron un tren eléctrico!