Este pez amarillo está obsesionado con las burbujas que salen de un cofre en el fondo de la pecera donde habita. Cada que aparecen comienza a decir “Burbujas, burbujas”. El doblaje al español le añadió una que otra palabra, pero en el idioma original prácticamente sólo se limita a decir “Bubbles” sin importar que el agua de su tanque ya esté muy sucia y sólo salgan esferas pestilentes del tesoro.
¡Qué no te engañen! Su limitado vocabulario no les impide ser de los más carismáticos en sus respectivas producciones.