Una cosa es querer que tu hija haga ciertas cosas de una forma específica y otra es prácticamente ordenarle todo el tiempo lo que tiene que hacer. Nadie quisiera estar en los zapatos de Amy (Mila Kunis) quien ve cómo sus planes navideños se van por la borda cuando su madre aparece y todo cambia radicalmente para satisfacer las demandas de la señora, que llega al grado de esconderle a su hija una fiesta en su propia casa, qué podemos esperar de esta inmutable madre que sólo busca mantener su posición frente a la sociedad y ser el candil de la calle y oscuridad de su casa. Así las cosas en La navidad de las madres rebeldes.
Agradécele a la vida que no te haya tocado una progenitora como estas...