Aunque con su hijo biológico era un encanto y demostraba su lado maternal dulce y sincero, cuando decidió aceptar a David (un robot diseñado para amar a una madre solitaria) como su pequeño, le costó mucho trabajo aceptarlo y lo mantenía alejado de ella el mayor tiempo posible. Inclusive lo abandonó a mitad de la nada para evitar su regreso a casa y quitarse un peso de encima, mientras el androide sólo quería estar de regreso con su madre y lo convirtió en su sueño de vida. ¡Qué nivel de maldad!
Agradécele a la vida que no te haya tocado una progenitora como estas...