La cinta Crash, extraños placeres de 1996 fue tan odiada como amada. Durante la función de prensa algunos críticos, en su mayoría ingleses y norteamericanos, comenzaron a abuchearla mientras otros, italianos y franceses, la aplaudían. Comenzaron las discusiones, siguieron los insultos y en poco tiempo se desató una pelea a golpes entre todos los presentes.
6. Ryan Gosling se pasa de cariñoso
El director de Drive, el escape, Nicolas Winding, ya había levantado suspicacias cuando dijo que había ‘penetrado cinematográficamente’ al actor, pero su relación se pasó de bizarra cuando Ryan Gosling corrió a sus brazos y lo besó en la boca cuando Winding ganó el premio a Mejor director.