En 1995 la familia amarilla visitó Australia y no le fue tan bien en la opinión de los nativos de aquel país. Después de una discusión sobre el sentido en que giraba el agua del retrete en la nación oceánica, Bart llama por cobrar a un pequeño aldeano australiano de forma burlona, para que más tarde el padre del pequeño exigiera el pago del servicio y una disculpa. Por esta razón viajan hasta allá.
La forma en que describen varias cosas en Australia, como su forma de vida e incluso poniendo al primer ministro flotando sobre un lago, llevó a una discusión en el parlamento australiano acusando a los productores de haberlos avergonzando y degrado.