La entrega de 1986 muestra otra de las resurrecciones absurdas de Jason. Tommy Jarvis decide ir al cementerio para deshacerse para siempre del cuerpo de Jason, pero termina trayéndolo de vuelta a la vida sin querer. Pobre Tommy, nunca tuvo mucha suerte. Jason regresa a las andadas y nadie más que Tommy puede regresarlo por dónde vino.
Es considerada una de las mejores entregas porque es la más entretenida: mucha acción de machete, buenos chistes, muertes interesantes y un buen ensamble que llevó la trama a buen término. De hecho, fue la primera en ser considerada una ‘comedia de horror’, por su despliegue de humor negro y sus grotescos asesinatos. Brinda también un vistazo más amplio a la comunidad de Crystal Lake.