Con más de 50 millones recaudados el fin de semana en Estados Unidos y otros 21 mdd en el resto del mundo, el éxito de Un lugar en silencio no se queda solamente en una fantasía, sino que es una realidad. La historia sobre una familia y las cosas que tienen que hacer para sobrevivir a unos seres ciegos, pero con el sentido del oído muy desarrollado, es sencillamente una experiencia sensorial casi sin diálogos y con una buena dosis de suspenso.
Sin embargo, esto no hubiera sido posible si Emily Blunt y John Krasinski hubieran formado parte del Universo Cinemático de Marvel. La actriz fue la principal candidata para interpretar a la Viuda Negra, pero por problemas de calendario no se pudo concretar. Mientras el actor audicionó para ser el Capitán América, pero no se quedó con el papel.
"No creo que hubiera podido hacer muchos proyectos que me hubiera encantado hacer. Creo que fue una perspectiva arrolladora para mí no poder elegir, y las opciones que tengo son a menudo las únicas, por lo que realmente no puedes planear nada más”, declaró Blunt a Yahoo! Movies, mientras Krasinski dijo: “Creo que Un lugar en silencio definitivamente no existiría. Hay beneficios, y Chris Evans parece estar pasando un momento maravilloso. Quiero a Chris, he sido un amigo suyo por un tiempo. Esas películas son muy divertidas y me encanta verlas, le digo que soy el primero en la cola para ver sus nuevas películas”.
Esto nos recuerda a aquellos actores y actrices que odiaron ser parte del MCU por diversas razones. Como por ejemplo Idris Elba quien después de interpretar a Nelson Mandela en Mandela: del mito al hombre (2013), no se mostró contento por hacer de Heimdall en Thor, argumentando que era incómodo portar los accesorios del personaje y refiriéndose constantemente a su papel como el expresidente sudafricano.
Otro de los actores que odió ser parte de las cintas de Marvel es Mickey Rourke, quien hizo de Whiplash en Iron Man 2. El intérprete argumentó que él había creado a un personaje profundo pero los realizadores cortaron mucho de su material de la edición final, causando la molestia de Rourke, aceptando que el villano es realmente malo, pero por culpa de los encargados de la película.
Natalie Portman es otra que se arrepiente de haber formado parte del MCU. En su caso la participación como Jane Foster en Thor: un mundo oscuro, fue una obligación por contrato, ya que después de la salida de Patty Jenkins de la secuela, ella quería hacer lo mismo pero no pudo por el papel que había firmado. Incluso se negó a rodar la escena post-créditos, eliminándole las ganas de seguir siendo parte del Universo de Marvel.
No cabe duda que a muchos les cambia su carrera el formar parte de las cinta de la Casa de las Ideas, como el caso de Chris Evans, Chris Pratt, Robert Downey Jr., que revivió su trayectoria, pero no a todos les acomoda este estilo de hacer cine. Un lugar en silencio es un proyecto que sin querer se vio beneficiado por el destino de sus protagonistas en el MCU.