Si no es suficiente que el abuso, la esclavitud y un padre al que le vale m*** que su nueva esposa y sus hijas te estén haciendo la vida de cuadritos, ¿qué tal una escena de automutilación? En el cuento original de los sádicos hermanos Grimm, una de las hermanastras se corta los dedos de los pies para que le entre la zapatilla de cristal, así que el princípe descubre a su verdadera amada hasta que encuentra el incómodo zapato tan lleno de sangre como escena de Saw.
Griselda y Anastasia son tan hijas de su madrastra madre que entonces deciden asesinar a Cenicienta, pero cuando llegan a la boda, una parvada de pájaros las ataca y les saca los ojos. Lo más obvio sería pensar que este acto reivindicativo fue obra del Hada Madrina, pero esta todavía no figuraba en el cuento.