Después de muchos años y de películas bastante mediocres, en 2017 Shyamalan nos presentó su nueva cinta, la cual giraba en torno a Kevin (interpretado magistralmente por James Mcvoy), un hombre con problemas mentales que poseía 23 personalidades distintas, al momento de secuestrar a tres adolescentes con motivos que al principio son desconocidos. La película es presentada como un thriller con tintes de terror, debido a que la mas reciente personalidad que ha adquirido Kevin cuenta con una fuerza y resistencia sobre humanas.
La trama no explicaba cómo fue que gracias a una mera cuestión mental el cuerpo podía realizar actividades fuera de lo común, incluso recibir impactos de bala; pero a pesar de eso, funcionaba y te dejaba con un gran sabor de boca, sobre todo porque justo al final de la cinta es cuando todo adquiere sentido: esta historia habita en el mismo universo que El protegido.