Era 1951 se estrenó una cinta que contaba la historia de una nave que cae en el Ártico y donde viajaba un alienígena, el cual despierta y comienza a asesinar gente, pero más allá de esto no tenía mucho que ver con la novela en que se basó.
En 1982 el remake le fue más fiel al libro y creó una de las obras que se han vuelto clásicas en el género de terror, añadiendo al extraterrestre la habilidad de cambiar de forma y recreando un ambiente de suspenso y horror por no saber quién es quién en realidad. Esta película fue dirigida por John Carpenter un referente dentro del género.