Lo peor del caso es que la escena de la flagelación no fue la única en la que el actor salió lastimado; literalmente el pobre terminó como Cristo de pueblo. Primero, Cavieziel se dislocó el hombro cargando la cruz. Después, en su afán de realismo, Gibson realmente lo colgó de la cruz como si fuera Via Crucis de Iztapalapa. El problema es que estaba helando y haciendo mucho viento, y el actor estaba prácticamente desnudo por lo que estaba al borde de la hipotermia cuando lo bajaron; terminó con neumonía y una infección en los pulmones.
Si pensaron que eso era suficiente, se equivocan. Caviezel también sufrió de unas migrañas horribles durante más de la mitad de la filmación porque tuvo que filmar con un ojo cerrado.