Para evitar que la población norteamericana entrara en polémica, Robert Zemeckis decidió omitir el discurso antibélico del protagonista (Tom Hanks), por lo que en la versión final el micrófono se desconectar antes de que pronunciara el álgido comunicado.
A veces es necesario eliminar algunas secuencias para no arruinar el ritmo de las películas.