A unas pocas cuadras de Walt Disney World viven Moonee (Brooklynn Prince) y su madre Halley (Bria Vinaite) en un hotel económico. Con muchas travesuras hechas por la pequeña y la forma despreocupada de vivir de su mamá se desarrolla la historia de El proyecto Florida , que nos presenta el contraste entre la magia que viven los turistas que visitan el famoso parque de diversiones y la dura realidad por la que atraviesan muchas familias que viven en las afueras del lugar, y lo que tienen que hacer para sobrevivir.
La idea de plasmar este escenario con tintes de crueldad surgió a partir de que el coguionista y productor de la cinta, Chris Bergoch, mientras ayudaba a su madre a mudarse a Florida. Durante ese período Bergoch, pasó varias veces por la autopista Irlo Brondon Memorial, misma que conduce hacia Disneyworld y se dio cuenta que en los moteles ubicados en el perímetro cercano al parque se hospedaban familias enteras, en lugar de los típicos turistas.
La idea para el guion la escribió junto a Sean Baker, mismo que dirigió la cinta con algunos reajustes, como el tener que incluir de alguna manera en la cinta la llegada de helicópteros, ya que la producción no contaba con el presupuesto suficiente para evitar que estas naves aterrizaran o solamente pasaran cerca de la filmación, eso sin olvidar que el motel donde se grabó funcionaba con normalidad mientras se rodaba, por lo que muchos huéspedes que aparecen en el filme son reales.
Curiosamente el cineasta descubrió a la actriz Bria Vinaite en Instagram y después de algunas reuniones le dio el papel de la madre de Moonee, la niña más traviesa y simpática de El proyecto Florida . Justo este personaje interpretado por la pequeña Brooklynn Prince de apenas ocho años sorprende por su naturalidad e inocencia, e incluso la llevó a ser reconocida con el Premio a mejor intérprete joven en la pasada entrega de los Critics’ Choice Movie Awards.
Si al final de la película se preguntan ¿por qué se llama El proyecto Florida? Simplemente porque ese nombre era el que tenía Walt Disney World cuando comenzaban a crearlo. Inclusive el director decidió grabar la última escena de la cinta y sin el consentimiento del parque de diversiones, por lo que tuvo que hacerlo con su iPhone, en vez de filmar en 35 mm como lo hizo en el resto de la película.