No podíamos dejar fuera de este espacial a la niña más querida y famosa de todos los tiempos. Shirley era una de las consentidas del cine en la década de los 30, apareciendo en una gran cantidad de películas que la llevaron a ser la actriz más taquillera por cuatro años consecutivos (1935-38).
Sus rizos dorados eran su principal característica, aunado a su talento para actuar, cantar y bailar. Participó en cintas como Heidi (1937), Fuerte apache (1948) y Sueño de hadas (1939), pero su fama no llegó más allá de su infancia y cuando entró en la adolescencia sus papeles comenzaron a disminuir y el público la dejó de mirar.
Después de su carrera de actriz decidió incursionar en la política logrando varios puestos diplomáticos y siendo la embajadora de Estados Unidos en Ghana y Checoslovaquia. Murió de causas naturales el 10 de febrero del 2014.