Tras la tragedia el director regresó a Europa, pero en 1974 regresó a Hollywood para filmar Barrio chino junto a Jack Nicholson. La cinta fue exitosísima y el futuro de Polanski pintaba para ser muy prometedor, hasta que una noche de 1977, el director violó en su casa a Samantha Geimer, una niña de trece años durante una noche de copas y drogas con Jack Nicholson. Polanski al principio se declaró inocente pero después aceptó algunos cargos a cambio de que se modificara la acusación. Cuando Polanski se eneteró que a pesar de esto era muy probable que enfrentará tiempo en la cárcel y la deportación, escapó a Francia, en febrero de 1978, a horas de ser sentenciado.
Samantha ha tanto afirmado como desmentido las acusaciones, pero resulta extraño que el puritanismo de Hollywood siempre ha pasado por alto el que Polanski haya sido acusado de pederastia y sea un prófugo de la justicia. Su cinta, El sacrificio de Tess de 1979, ganó tres premios Óscar y sus cintas de los 80 y 90, como la excelsa, Luna amarga, han sido exhibidas en Estados Unidos como cualquier otra. El pianista incluso le valió el premio de la Academia a Mejor director. Ni quien entienda a Hollywood.