Nacido en 1933, vivió la Segunda Guerra Mundial de niño. Por ser de ascendencia judía, su familia fue enviada al ghetto de Cracovia. Posteriormente sus padres fueron capturados y enviados a campos de concentración; su madre murió en Auschwitz. Con sólo siete años, Polanski logró escapar del ghetto y sobrevivió a la guerra escondiéndose en bosques y granjas, en donde una vez lo golpearon tan brutalmente que le fracturaron el cráneo.
Inició su carrera como actor en 1955, pero lo cambió por la dirección tres años más tarde. Su primer largometraje: El cuchillo en el agua, fue la primera cinta polaca en ser nominada al Óscar como Mejor película extranjera. Poco tiempo después Polanski entró a Hollywood por la puerta grande.
En 1967 conoció a la incipiente actriz de Los Beverly ricos, Sharon Tate, en el set de La danza de los vampiros. Dos años después estaban casados y esperando a su primer hijo, mientras Polanski escribía y dirigía El bebé de Rosemary, un inquietante thriller psicológico de terror que hoy se considera la culminación de una trilogía sobre ‘horrores en un departamento’, de la cuál forman parte sus dos filmes anteriores: Repulsión (1965) y El inquilino (1976).
El 9 de agosto de 1969, Sharon estaba en su casa con cuatro amigos, cuando irrumpieron tres de los seguidores de la secta ‘La familia’ del recientemente fallecido Charles Manson, quienes los mataron salvajemente a puñaladas, sin importarles que Sharon estuviera embarazada de ocho meses. Este es uno de los sucesos que retratará Quentin Tarantino en su siguiente cinta, Once upon a time in Hollywood, que será protagonizada por Brad Pitt y Leonardo DiCaprio, y posiblemente Margot Robbie como Sharon Tate.