Aunque Olga entra mejor en la categoría de 'asesinos en masa', al haber atropellado premeditada y delilberadamente a un grupo de transeúntes con su camioneta de trabajo, matando a ocho personas y dejando heridos a 12. Se convirtió en la última mujer ejecutada en lo que antes fuera Checoslovaquia. Alegó que la razón que tuvo para hacerlo fue el resentimiento causado por una sociedad que nunca la aceptó como era.
En esta estilizada ficción monocromática, Petr Kazda y Tomáš Weinreb nos dan a conocer la vida, los amores y hasta el arrepentimiento de Olga. Contrario a muchos de los ejemplos anteriores en esta lista, el personaje de Yo, Olga, no pretende ganarse la empatía del espectador.