Jim Carrey es de esos actores que odias o amas, pero cuando interpretó al Acertijo en Batman eternamente (1995), sin duda sobrepasó la estima que le tuvimos al personaje por encima del Batman que interpretó Val Kilmer. Su ocurrente y desordenada forma de ser del actor lo hacían el intérprete perfecto para el papel, también caracterizado por una obsesiva pero juguetona forma de poner en aprietos a los demás.
El intérprete canadiense ayudó a diseñar el vestuario con los incontables signos de interrogación, y tuvo que aprender a girar el bastón, pero mientras lo hacía rompió una docena de ellos y varias cosas de su remolque. Sus discusiones con Tomy Lee Jones llevaron a la molestia del director Joel Schumacher, diciendo que nunca más trabajaría con ellos, pero esto no ocurrió y volvería a laborar con Carrey en 2007 en la película The Number 23.