La realidad virtual será una super droga para los jóvenes en el futuro del 2045, época en que habrá un mundo desolado con serios problemas sociales, económicos y ambientales... Este, es el panorama en el que se desarrolla Ready Player One: Comienza el juego, la más reciente película de Steven Spielberg protagonizada por Tye Sheridan, que se estrena el próximo 30 de marzo en México, y que tras ser proyectada en el festival texano SXSW, ha desatado todo tipo de reacciones favorables.
Aunque la premiere, con la presencia de Spielberg, en el festival de Austin el pasado fin de semana no quedó excenta de problemas técnicos, ya que el audio y la imagen se interrumpieron de forma repentina en el mejor momento de la película, haciendo que los espectadores tuvieran que esperar cerca de 90 minutos y causando al director 'el mayor ataque de ansiedad que ha tenido', los presentes manifestaron sus impresiones mayormente positivas. Tras la presentación la audiencia ovacionó al Spielberg, quien confesó haberse convertido en jugador de videojuegos en 1974 mientras hacía Tiburón. En redes sociales, editores y cineastas, calificaron a Ready Player One: Comienza el juego como 'un clásico', destacando su nostalgia, banda sonora y sus efectos especiales.
Aquí la opinión del director de Sin City:
¡Es la diversión clásica de Spielberg! Qué maravilla, no puedo esperar a verlo de nuevo. Recompensas de repetición de vistas. Toneladas de grandes referencias, visuales y del corazón...
Hay quien le llamó "sinfonía visual":
Un colaborador de IndieWire, dijo que se trataba de la mayor complacencia de Spielberg a las multitudes, en años:
Incluso los más escépticos salieron como un feliz converso, destacando la acción y algo muy importante que no sabíamos que habría: HUMOR
Ready Player One: Comienza el juego, se basa en la novela de ciencia ficción homónima de Ernest Cline publicada en 2011, y es uno de los libros que serán llevados al cine este 2018. El ovacionado director, también habló en un detrás de cámaras cómo fue el diseño de producción para capturar la esencia del libro.
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