El director del drama romántico de época Expiación, deseo y pecado (2007), cree que la música ayuda a los actores a estar más cómodos en las escenas de sexo, ya que hace que las caricias sean como una coreografía. Por ello, a sus protagonistas James McAvoy y Keira Knightley, les puso la canción “Come to me” de Mark Lanegan y PJ Harvey para grabar la escena en la librería con cámara en mano.
¡Así los queríamos encontrar! Haciéndonos creer que la pasión, el sudor y los cuerpos eran reales...pero nada más lejos de la verdad.