Por último, y aunque Jimmy Kimmel trató de aligerar el recuerdo del error del año pasado llamándolo el Envelopgate, se notó que Faye Dunaway y Warren Beatty estaban muy nerviosos, y hasta cierto punto incómodos, de volver a presentar el premio a Mejor película.
Afortunadamente Guillermo del Toro supo darle color, revisando primero el sobre que le entregó Beatty con manos temblorosas (¡pobre!).