Seis años después, la ceremonia de 1937 es recordada porque muchas cosas salieron mal. La premiación original tuvo que ser cancelada a causa de una gran inundación en Los Angeles. Se re-programó para una semana después, pero entonces muchos de los nominados ya tenían otros planes y casi ninguno se presentó a la ceremonia, incluyendo al maestro de ceremonias George Jessel quien se disculpó por estar enfermo (posiblemente de gripa por la mojada de la semana anterior).
Como la favorita para ganar el Óscar a Mejor actriz era Greta Garbo por Camille, Luise Reiner, nominada en la misma categoría por The Good Earth, prefirió quedarse en pijama en su casa. Louis B. Mayer, quien ya conocía los resultados, ordenó que fueran por ella y la trajeran arrastrando a la ceremonia de ser necesario. La actriz llegó apenas y a medio peinar a recoger su premio.
Ese año Spencer Tracy ganó a Mejor actor por Capitán coraje, pero en vez de su nombre su Óscar decía 'Dick Tracy' (como el detective de los comics). Por si fuera poco, un hombre desconocido fue el que se levantó a recoger el Óscar a Mejor actriz de reparto que había ganado Alice Brady por In Old Chicago. Resultó que el tipo era un ladrón que desapareció con el Óscar, y que seguramente, años después, seguramente se volvió millonario revendiéndolo en alguna oscura subasta.