Este actor interpretó de manera magistral al matemático John Nash en Una mente brillante, tanto así que el Globo de Oro y el BAFTA fueron para él por este trabajo. Sin embargo, la Academia tenía otros planes y prefirieron darle el Oscar a Denzel Washington por Día de entrenamiento, en la que hacía de un corrupto policía. Sin duda esto fue una injusticia hacia Russell quien necesitó de mayor preparación y capacidad actoral para su personaje que sufría de esquizofrenía. Raro también porque todos conocemos la debilidad de la Academia por los personajes que sufren algún tipo de discapacidad mental.
Russell Crowe había ganado el Oscar el año anterior por su interpretación en Gladiador, un papel quizá menos meritorio en términos de actuación que el de John Nash; es probable que la Academia no quisiera darle a Crowe (reconocido antipático en Hollywood) el mismo lugar que tiene Tom Hanks como ganador de dos Óscares consecutivos a Mejor actor.