La nominación por esta cinta es la única que Darren Aronofsky ha recibido en toda su carrera, quizá también por ser la menos arriesgada de todas, aunque la escena de sexo entre Natalie Portman y Mila Kunis ya es parte del imaginario colectivo. Portman si se llevó el Oscar a Mejor actriz, y sin duda esto fue gracias a la gran labor de director de Aronofsky que la supo exprimir hasta lograr convertirla en obsesiva y traumada bailarina de ballet. El director de ¡Madre! dificilmente es un consentido de la Academia y el premio de Mejor película quedó en manos de Tom Hooper por El discurso del rey; no se discute la calidad de película, pero es obvio que hay una clara distancia entre las dos.
Si algo sabemos después de 90 años es que no siempre el favorito ni el que más lo merece es el que se lleva el Oscar