En una entrevista con MarieClaire, Dakota Johnson finalmente confesó que los momentos candentes que vimos en pantalla en realidad fueron cero sexys y muy incómodos, sobre todo por lo que tenía que usar: unas tangas que no tienen 'hilo' a los lados, por lo que sólo podían sostenerse pegándoselas al cuerpo... "No es precisamente pegamento -dijo- pero es una cosa pegajosa. Y las tangas son el equivalente a un 'cubre pezón' que sólo tiene el pegamento en la parte de arriba, no es que esté pegajoso a todo lo largo de lo que cubre" -aclaró. "Tenía que usar dos; a veces se empezaban a despegar y entonces tenían que volver a adherírmelas. Es prácticamente lo mismo que estar completamente desnuda, pero supongo que es para que tengas la sensación de que estas cubierta. Es súper raro."
Comentó también que aunque hubo muchas escenas difíciles, la peor fue en la que estaba esposada a 'la reja' y con los ojos vendados en el Cuarto Rojo: "Me saqué de onda porque por mucho que lo ensayé y me preparé, nunca se me ocurrió que cuando te quitan uno de tus sentidos no puedes controlar cómo va a reaccionar tu sistema nervioso, así que fue muy complicado 'navegar' por esa escena. Bastante difícil."
Dakota también confesó que hubo escenas en las que Jamie Dornan y ella necesitaron la ayuda de un shot de algún licor fuerte para darse valor. También reveló al sitio ET que necesitaba mucha preparación psicológica antes de cada escena: "Realmente necesitaba prepararme cada vez, saber muy bien qué teníamos que hacer y cómo íbamos a lograr cada escena, sobre todo las más íntimas. Nunca se puso fácil aunque hicimos tres películas. O sea, nunca fue algo tipo: 'Ay equis, esto ya me lo sé'."