La fotógrafa estadounidense Annie Leibovitz llamó a James Franco para aparecer en la portada de la revista Vanity Fair junto a otras celebridades de Hollywood como Oprah y Tom Hanks, pero la imagen del director de The Disaster Artist: Obra maestra, fue eliminada con Photoshop tras el brote de acusaciones de acoso sexual y abuso de poder por parte de varias ex alumnas vía redes sociales.
Franco se volvió un holograma en las alfombras rojas de los últimos meses, a las que fue convocado por su participación en la película sobre Tommy Wiseau, que había sido bien recibida por la crítica, pero que llegó en el peor momento.