¿Qué mujer en su sana autoestima firmaría un contrato que contiene las palabras: 'amarre', 'disciplina', 'dominación' y 'sumisión', cuando ni siquiera ha tenido una relación sexual tradicional con el sujeto al que ha visto tres veces? Más cuando el tipo le puso una serie de condiciones con las que le debería quedar claro que, cuando mucho, vas a ser un poquito más que su peluche favorito. Anastasia podría argumentar que Christian la acosó con regalos hasta que la convenció, pero que por eso terminó con él cuando se dio cuenta de que los fuetazos sí dolían.
La exitosa saga que logró alborotar al mismo tiempo las fantasías románticas y la hormona de sus lectoras, estrena su tercera y última entrega