Anoche se llevó a cabo la premiere de La boda de Valentina, la nueva comedia romántica de Marco Polo Constandse, quien dirigiera hace unos años Cásese quien pueda. Dado que esta es su segunda película con un tema relacionado a una boda, el director confesó la semana pasada en conferencia de prensa que igual retoma el tema para completar una trilogía.
La boda de Valentina, que se estrena mañana viernes 9 de febrero, cuenta con la participación de Omar Chaparro, Marimar Vega y el actor norteamericano Ryan Carnes, quienes protagonizan un triángulo amoroso que no conoce fronteras. Valentina (Marimar Vega) es la hija de Demetrio Hidalgo (Christian Tappán) un político mexicano de larga trayectoria. Cansada de los escándalos y corruptelas de su familia, Valentina vive en Estados Unidos en una existencia tranquila y saludable, al lado de su prometido, Jason; pero se ve obligada a regresar a México para ayudar a su familia a salir de un nuevo escándalo y es entonces cuando se reencuentra con Ángel (Omar Chaparro), su ex-novio y socio de su papá, por lo que se verá ante la disyuntiva de elegir entre los mundos en los que habita y los dos hombres que la aman.
Mostrar la extraña, compleja e inseparable relación que existe entre mexicanos y norteamericanos es un recurso que últimamente ha resultado muy existoso en el cine mexicano, porque sin duda el 'cómo nos ven y cómo los vemos' brinda un sinfín de elementos cómicos, pero Constandse afirma que mostrar a México a través de los ojos de Jason también fue para mostrar "muchas cosas increíbles que se nos olvidan."
De acuerdo al director, La boda de Valentina tampoco pretende realizar ningún señalamiento político, sino satirizar situaciones que vemos todos los días: "Traemos la comedia en la sangre y nos encanta reírnos de nosotros mismos. Crecimos con las comedias de otros países y es lógico que la gente conecte cuando se ve reflejado en situaciones y chistes que le son familiares." Y es que lo que Constandse ha logrado en esta ocasión es una comedia romántica que funciona, porque finalmente logró tropicalizar la fórmula importada con un humor muy a la mexicana.