Kazuhiro Tsuji es uno de los artistas de efectos de maquillaje más importantes y reconocidos en la industria del cine. Creador de personajes míticos en cintas como Hombres de negro, Hellboy y El curioso caso de Benjamin Buttom, Gary Oldman puso como condición que Tsuji fuera el encargado de caracterizarlo como Winston Churchill para su papel en Las horas más oscuras e incluso, sacó al artista japonés de su retiro.
El espectacular trabajo del artista japonés en esta cinta le ha ganado nominaciones al Oscar y al BAFTA este año. Aunque nunca ha ganado ninguno de estos dos premios, sí se ha llevado a casa dos de las preseas que otorga el Sindicato de Maquilladores y Estilistas de Hollywood, uno por su trabajo en El planeta de los simios (2001) y el otro por El Grinch (2000).
Y este último es el que más merecido debe haberle parecido, ya que Tsuji no la pasó nada bien durante el rodaje del filme de Ron Howard, debido al maltrato que sufrió por parte del protagonista Jim Carrey: "En el set era muy malo con todos. Al principio del rodaje no nos dejaba terminar ni de maquillarlo ni con el día de filmación. Después de dos semanas, sólo podíamos filmar de acuerdo al calendario de tres días, porque de repente desaparecía y cuando regresaba, todo se descontrolaba."
Carrey tenía que someterse a horas de maquillaje para transformarse en el Grinch: Lo cubrían de pies a cabeza con pelo verde, y los lentes de contacto que le agrandaban las pupilas le provocaron bastantes problemas debido a que atraía la nieve falsa que caía en el set. Tsuji también comenta que las exigencias del actor eran bastante desproporcionadas: "Estábamos en el trailer de maquillaje, de repente se levantó, se señaló el mentón y gritó: '¡Este color es diferente al que usaste ayer!'. Pero yo no estaba ocupando un color diferente..."
El artista estaba tan exhausto que los productores le permitieron tomarse un receso del proyecto, con la idea de que Jim valorara el trabajo de Tsuji. No se sabe a ciencia cierta si el plan funcionó o si tuvo que ver que Ron Howard le llamara al actor para exigirle que modificara su actitud. El asunto es que días más tarde, Carrey llamó a Tsuji para pedirle que por favor regresara al set de El Grinch.
"Regresé sólo con una condición: que me dieran un aumento", dice Tsuji. "Mis amigos me convencieron de hacerlo, pero no me pareció lo más apropiado, así que finalmente les dije que regrsearía si me conseguían mi green card". El artista del maquillaje se vio mas astuto que bonito volteando la situación a su favor, pero una vez terminado el rodaje tuvo que ir a terapia porque se dio cuenta de que tanto tiempo pasado en los sets y la mala vibra de actores, como Jim, le habían afectando a la personalidad. "Si tuviera otra opción, no hubiera permitido estar en aquel estado mental. Soy muy introvertido. No me gusta estar rodeado de muchas personas".