Christopher Plummer sacó al buey de la barranca. Todo el dinero del mundo casi queda fuera de los Globos de Oro cuando sus inversionistas amenazaron con retirarse de la película por las acusaciones de acoso sexual en contra de Kevin Spacey, quien interpretaba a John Paul Getty. Gracias a su gran experiencia como director, Ridley Scott fue capaz de convencer a Christopher Plummer de que sustituyera a Spacey, aunque quizá no le costó tanto trabajo, ya que el actor hizó algo parecido cuando retomó el papel de Próximo en Gladiador tras la muerte de Oliver Reed. Scott logró re filmar las escenas en 10 días, justo a tiempo para editar en tres y entregar una copia sin corregir a la HFPA el día anterior a que se cerraran las votaciones.
Esta mañana la nominación del actor de 88 años al Oscar lo convierte otra vez en parte de la historia de los Premios de la Academia al ser la persona de mayor edad en recibirla. Anteriormente este título estaba en manos de Gloria Stuart, quien fue nominada a los 87 años por Titanic. Plummer también sostiene el triste récord de nunca haber sido actor principal en un filme, a pesar de ser considerado uno de los mejores actores de la pos-guerra. Para colmo, nunca le gustó su rol del capitán Von Trapp en La novicia rebelde y siempre renegó de que fuera su papel más emblemático.
La última vez que Plummer había sido nominado fue en 2012 por su actuación de reparto en Begginers: así se siente el amor, por la que se llevó el único Oscar que ha ganado en sus 65 años de carrera cinematográfica y que lo hizo acreedor al récord que conserva como el actor de mayor edad en recibirlo.“Si nada más eres dos años más grande que yo querido -dijo conmovido en su discurso de aceptación mientras miraba cariñosamente a la estatuilla en sus manos- ¿dónde habías estado toda mi vida?” Parece que finalmente Oscar llegó para quedarse.