En septiembre de 2017, La Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas anunció que Jimmy Kimmel volvería por segunda vez consecutiva como anfitrión de los premios Oscar. Decisión, que fue dada a conocer demasiado pronto, en comparación con el año pasado, donde se supo quién presentaría la 89 ceremonia, hasta noviembre del 2016.
Junto a Kimmel, también se anunció que quedarían a cargo los productores Michael De Luca (tres veces nominado al Óscar) y Jennifer Todd (nominada a los premios Emmy), cabezas del mismo equipo detrás de la ceremonia donde ocurrió la histórica confusión de sobres que hizo a Warren Beatty y Faye Dunaway anunciar a ‘La La Land’ como mejor película cuando la ganadora real era ‘Moonlight’.
La mayor dificultad de la noche para Kimmel, implicó mantener la calma y el humor para decir a los productores de ‘La La Land’ que existía un grave error:
Chicos, esto es muy desafortunado, lo que sucedió. Personalmente, culpo a Steve Harvey por esto. Me gustaría verte obtener un Oscar, de todos modos ¿Por qué no podemos simplemente repartir un montón de ellos?... Warren, ¡¿qué hiciste?!
Manejó tan bien el bochornoso momento, que la presidenta de la Academia, Cheryl Boone Isaacs, confió por segunda vez no sólo en las capacidades histriónicas del popular conductor, sino en la amplia experiencia de los productores de la ceremonia, afirmando en septiembre pasado:
Jimmy, Mike y Jennifer son realmente el equipo de ensueño de los Oscar. Mike y Jennifer produjeron un show hermoso visualmente impactante. Y Jimmy demostró, desde su monólogo inicial y durante todo el show hasta un final que no podíamos haber imaginado, que él es uno de los mejores presentadores en la historia de los Óscar.
Pero, para el anfitrión, este año no es la oportunidad de resarcir un error, sino de ampliarlo:
Si ustedes creen que nos equivocamos el año pasado, esperen a ver lo que hemos planeado para el show de los 90 años.
¿Será dificil para Jimmy Kimmel permear el ambiente de lucha feminista que podría permear en la ceremonia?