Manhunt: The Unabomber, es un thriller psicológico creado por Andrew Sodroski, producido por Discovery Channel y transmitido en Netflix actualmente. La serie, está basada en el caso real del terrorista Ted Kaczynski, cuyo nombre les recomendamos no googlear si pretenden disfrutar la historia.
¿De qué trata? Son los años 90 en San Francisco. Jim Fitzgerald (Sam Worthington) un introvertido ex policía recién graduado como perfilador criminal del FBI, recibe la tarea de entregar el análisis de un escurridizo delincuente (Paul Bettany), conocido por enviar cartas explosivas por correo.
Fitz, no sólo enfrenta una carrera contra el tiempo para salvar personas, también, es presionado por sus jefes burócratas (Chris Noth) que atienden a intereses políticos de la época, como evitar a toda costa la mediatización del caso, intentando no replicar lo ocurrido con O. J. Simpson.
Cada capítulo, contiene saltos en el tiempo que nos dejan ver cómo el protagonista de la historia se vio afectado intentando resolver un caso que estuvo abierto desde los 70; pero, lo más inquietante es cuando al estilo Fight Club de David Fincher, el narrador bombardea de preguntas al espectador con la filosofía del Unabomber:
En la sociedad moderna, sólo se requiere que obedezcas...
¿Eres un conformista?
¿Eres parte de un sistema familiar, laboral y tecnológico que te controla…?
En el capítulo seis de los ocho que conforman la primera temporada, el punto de vista que estaba con el FBI, se vuelca al del criminal. Entonces conocemos su rostro, su familia y su pasado, entendemos su incapacidad para sostener vínculos afectivos.
No es una serie innovadora, pero sí está bien contada. Después del boom de series como CSI, Bones y The Blacklist, dábamos por hecho que siempre supimos atrapar criminales usando la ciencia, peeero... Manhunt: Unabomber y Mindhunter (serie producida por D. Fincher) nos recordaron que EXISTIÓ UN ANTES.