Siempre se supo que la gran Elizabeth Taylor era muy afecta al alipús. En la ceremonia del 2001 era la encargada de entregar el premio a la Mejor película de drama y las copitas de más por poco la hacen decir al ganador antes que a los nominados.
El alcohol y la fiesta han sido la combinación perfecta para generar los momentos más extraños, incómodos y divertidos de Hollywood