Gibson parecía flotar en un arrebato místico creativo cuando anunció que dirigiría La pasión de Cristo, que fue muy criticada por retratar a los judíos como los villanos de la historia. Cuenta la leyenda que poco después, Mel fue visto pellizcando meseras y cayéndose de borracho en cada esquina del puerto de Veracruz mientras estaba filmando Apocalypto cerca de la ciudad. El alcoholismo y el mal carácter del actor siempre habían sido pasados por alto en Hollywood, pero cuando fue detenido en 2006 por manejar en estado de ebriedad, ya nadie pudo ignorar la sarta de insultos y comentarios antisemitas que vociferó desde el asiento de atrás de la patrulla.
Parecía que su mal carácter, alcoholismo, racismo y misoginia habían acabado con su carrera, pero una de dos: o Hollywood tiene mala memoria o talento mata mal comportamiento.