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    ‘El Chapo’ 2: Una ficción para ver con la conciencia en “ON”

    Tenemos que hablar de muchas cosas sobre esta serie. Sobre todo, del capítulo ocho…

    La ficción producida por Netflix y Univisión, claramente está basada en una investigación hemero-bibliográfica de muchos años y periodistas con diversos orígenes. Aunque no es un para nada un documental porque usa actores, cambia nombres e incluye ficciones para hacer más atractiva la trama, “El Chapo” segunda temporada, abarca cronológica y puntualmente la vida del capo mexicano Joaquín Guzmán a partir de su fuga del penal de Puente Grande en enero de 2001, hasta el momento en que consuma una sangrienta venganza contra su ex aliado Arturo Beltrán en el año 2009.  

    Decimos que es una serie para ver con la conciencia en “ON”, porque –más allá de las balaceras, los espectaculares narco-funerales y las escenas homosexuales- detalla a modo de denuncia, quiénes fueron los promotores y cuáles fueron los estragos de la famosa “guerra contra el narco”. 

    El resumen de todo esto, se encuentra en el capítulo ocho titulado “Los otros”: episodio un tanto genérico donde curiosamente el universo en torno al Chapo casi desaparece para ceder el protagonismo a varios personajes anónimos representando a las víctimas de desaparición forzada; hombres y mujeres a quienes vemos siendo reclutados como sicarios, sembradores de amapola o prostitutas. Como nadie sabe dónde buscarlos, se vuelven desechables

    ¿La denuncia? Que la esclavitud en México existe y en pleno siglo 21. Vaya capítulo que hace recordar lo planteado en trabajos documentales multipremiados recientemente como Tempestad de Tatiana Huezo. Quien sea detractor de teleficciones sobre narcos, tal vez debería darse la oportunidad de ver al menos el capítulo sugerido y quien sea productor, que considere un spin-off.

    Este tipo de trabajos suelen ser queridos u odiados, pero también, pueden ser vistos con objetividad. Mientras unos se quedan en el prejuicio de las "narconovelas", otros, se quedan en la superficialidad de la ficción y se enamoran de antihéroes indefendibles como Chapo (Marco de la O) y  Don Sol, una alegoría del estado mexicano (Humberto Busto)... Pero otros más, vemos un recuento didáctico, fácil de entender, de los factores que han llevado a México a su situación actual.  

    La segunda temporada de ‘El Chapo’ tiene 12 capítulos y muchas bajas de actores (porque la vida en el narco suele ser breve).      

    Daniel Posada, productor de la serie, ha afirmado que habrá una tercera temporada donde conoceremos el poder internacional del capo mexicano. La última parte de 'El Chapo’ , podría estar disponible en febrero de 2018. 

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